JOC

 

 

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 JUVENTUD OBRERA CRISTIANA (Madrid)

   

Orígenes de la JOC.

 

La JOC nace fuera de nuestro país, en concreto en Bélgica. Su promotor fue Joseph Cardijn, sacerdote e hijo de obrero. Cardijn, durante años, intentó encontrar la manera de que la juventud obrera pudiera acceder a la liberación plena de Jesucristo sin tener por ello que renunciar a su gente y a su entorno; al contrario, quería que se sintieran orgullosos de ser obreros, y a la vez viviendo y ayudando a vivir a sus compañeros como hijos de Dios, y no como bestias de carga.

 

Cardijn cree profundamente en estos jóvenes a pesar de su incultura y la explotación en que viven: «Ellos son capaces de protagonizar su propia liberación» sin abandonar el propio ambiente obrero y juvenil. Son ellos mismos los que deben convertirse en apóstoles de sus propios compañeros.

 

«Cómo es posible todo esto, ¡tantos jóvenes a los que se les hace llevar esta vida!. Necesitan más tiempo de escuela, y no destruirse, tan jóvenes, en las fábricas.»

J. Cardijn

 

 

Para ello era necesario una nueva estrategia pastoral, diferente a la habitual utilizada entonces por la Iglesia. Pone en marcha un método original de evangelización, revolucionario en aquella época: la revisión de vida obrera. Este método mira tanto el cambio de las personas como a la transformación del entorno social.

 

No se trata de sacar al joven de su ambiente obrero para protegerlo de los riesgos que allí pueden encontrar, se trata de hacer de él un «joven obrero cristiano», activo en medio de su ambiente, actuando a modo de levadura en medio de la masa.

 

Las convicciones de fondo de esta experiencia explican el sentido profundo o la razón de ser de la JOC se apoya y enraíza sobre otras convicciones o «verdades fundamentales».

 

·           Una verdad de experiencia: la vida misma de los jóvenes trabajadores, las condiciones indignas de trabajo y formación en que viven estos jóvenes .

·           Una verdad de fe: de destino eterno y temporal de todos y cada uno de los jóvenes trabajadores como hijos de Dios; destino o dignidad que está en contradicción con las condiciones concretas de vida que tienen.

·           Una verdad pastoral o de método: la necesidad de una organización cristiana y una acción conducida por los propios jóvenes trabajadores para ir haciendo realidad esta dignidad suya de hijos de Dios.

 

De estas tres verdades surge y se desarrolla toda la mística, la metodología y el trabajo pastoral de la JOC. El testimonio de vida de miles de jóvenes jocistas así lo atestigua.

 

Con treinta años, en 1912, destinan a Cardijn a una parroquia de un barrio obrero. Empiezan los primeros tanteos con grupos de jóvenes. Y durante años Cardijn va haciendo una labor llena de búsquedas e intuiciones. Necesitaba militantes, y los encontraba pero sin estar hechos, había que partir de su realidad, formarlos y educarlos.

Junto con los primeros militantes, consigue poner en marcha un movimiento llevado por jóvenes, independiente de organizaciones de adultos, de clara identidad obrera y cristiana. Se va extendiendo por Bélgica al comprobar los jóvenes de ambientes obreros que se les daba respuesta a sus aspiraciones más cercanas y a las más profundas en un lenguaje perfectamente comprensible, cercano a su realidad, con hechos y dándoles protagonismo. La JOC nace de forma oficial en su Primer Congreso, el 18 de Abril de 1925.

 

Los comienzos de la JOC en España fueron, como todo lo que empieza, humildes y con una identidad débil. Pero aún así, en los años 30, aquella criatura tenía ya rasgos partiendo de lo concreto, provoca un estilo de ser y de vivir que iba pareciéndose al de la JOC de otros países. Pero sin ser aquel el m omento de nacimiento de nuestra JOC, es cierto que aquella época es parte del origen del movimiento en España, y que aportará a los futuros grupos, la actitud humilde de acoger una experiencia externa a nuestras fronteras que aunque no era creación propia era una clara propuesta de evangelización a los jóvenes de la clase obrera de nuestro país.

 

La JOC es una asociación que ha pasado por distintas etapas. Estas etapas han variado según lo hacían los entornos social, económico, cultural, político y eclesial. Por su personalidad juvenil, obrera y educativa la JOC ha sido y es un movimiento muy sensible a los cambios, haciéndole estar en constante evolución, con momentos a veces de aciertos y crecimiento, y otros de tensión o despiste. Toda historia es como el tendido de un cable de energía eléctrica que tiene momentos de subida y momentos de bajada, según los postes de la realidad donde se apoya. Lo importante de la historia jocista es que por escabroso que haya sido el terreno, a través de ella, no ha cesado de pasar energía (cercanía, solidaridad, protagonismo,…); una energía que ha posibilitado, a muchos jóvenes concretos y a la juventud obrera en general, vivir más conforme a su dignidad de hijos de Dios.

 

 

Objetivos, características de la JOC.

 

Los objetivos y características de la JOC son vividos y expresados en la propia historia y vida del movimiento: la evangelización y educación de los jóvenes del mundo obrero, lo que implica el desarrollo humano integral en los diversos aspectos o facetas de su vida.

 

Es por tanto, un movimiento educativo y evangelizador. Este proceso lo desarrolla por medio de la acción, realizada y dirigida por los propios jóvenes, a través del método de la revisión de vida y la acción campaña. Es un movimiento misionero que anuncia y realiza el mensaje y la salvación de Jesucristo a la persona de cada joven y al ambiente de los jóvenes obreros.

 

La presencia y acción evangelizadora la JOC la lleva a cabo tanto en contextos más secularizados (donde la parroquia está menos presente y al JOC desarrolla un trabajo más misionero) como en contextos más eclesiales (donde es preciso cualificar la religiosidad popular y suscitar una actitud de promoción humana).

 

La JOC inserta estos objetivos en una doble fidelidad.:

 

La fidelidad a la clase obrera: la JOC arranca en su origen del grito de los jóvenes trabajadores, de su explotación por horarios extenuantes y la humillación social. La JOC forma parte de este pueblo explotado. Por eso une su fuerza al movimiento obrero, a su lucha por la emancipación y el desarrollo, por una liberación radical y un nuevo orden económico y social. Su aportación específica consiste en ser un movimiento educativo. Esta característica obrera y popular es para la JOC esencial y determinante; junto a la juvenil, indican el ambiente, el contexto y la cultura en la que viene a insertarse la fe cristiana.

 

La fidelidad a Jesucristo: la JOC aporta su propuesta cristiana específica como un proceso de liberación de los jóvenes trabajadores. Ofrece a los jóvenes la posibilidad de conocer y creer en Jesucristo, hombre libre y liberador, crucificado y resucitado por el Padre, signo definitivo del amor de Dios. Esta experiencia de fe se vive tanto en la pequeña comunidad (equipo de militantes) como en la gran comunidad de la Iglesia. Históricamente esta profunda experiencia y sentido eclesial ha hecho que la Iglesia reconozca la JOC como auténtica Acción Católica, una Acción Católica especializada.

 

La JOC es un movimiento autónomo, dirigido y organizado por los propios jóvenes: un movimiento de seglares, laicos. Y a su vez es un movimiento que se dirige a la masa, no a un grupo selecto de jóvenes.

 

Su sentido internacional le lleva a tomar conciencia de las relaciones de dependencia del sur respecto al norte, y por tanto a poner en cuestión el sistema neoliberalista, su modelo de desarrollo, causa del sufrimiento, el hambre y la pobreza del tercer mundo.

 

Estos objetivos pastorales y de liberación que la JOC se plantea con los jóvenes trabajadores los realiza fundamentalmente, aunque no de manera exclusiva, por medio de la metodología de la revisión de vida.

 

La JOC ayuda a relanzar también en la Iglesia, con todo su urgencia, el problema de la atención a los trabajadores: la pastoral obrera. No se puede pensar en una pastoral indiferenciada o separada de la vida, la fe debe calar la existencia cotidiana.

 

 

La JOC somos un movimiento Juvenil, Obrero y Cristiano

 

La JOC somos un movimiento formado por jóvenes y dirigido por los jóvenes de la clase obrera.

 

Estar dirigido por jóvenes significa que los mismos jóvenes asumimos la responsabilidad en la acción que realizamos, en la vida, y en el futuro del Movimiento.

 

El movimiento como tal va a reflejar lo más peculiar de la juventud.

Los jóvenes partimos de la necesidad de relación; pandilla, sexo, relaciones íntimas, laborales, participar en asociaciones, grupos diversos…

 

Los jóvenes nos encontramos sometidos a unas relaciones sociales que fundamentalmente no están organizadas por nosotros, se nos estimula desde fuera y por el mundo adulto, se nos priva otras veces de los estímulos necesarios: bibliotecas, trabajo, modelos de vida, etc… y en cambio se nos ofrecen desproporcionalmente otro tipo de estímulos: música, discotecas, consumismo, moda, sexo.

 

Esto hace que tengamos dificultades para logar un equilibrio psicológico y a veces hasta se retrasa o dificulta la formación de la propia conciencia o de una auténtica personalidad.

 

Los militantes vivimos y sufrimos las mismas condiciones de vida que el resto de los jóvenes de la clase obrera, de ahí que en la JOC nos dirigimos y orientamos no sólo a los jóvenes que estamos en el movimiento, sino a la juventud de la clase obrera.

 

Cuidando actuar y testimoniar hacia fuera lo que se vive y nos da sentido dentro.

 

 

La JOC somos clase obrera.

 

La oferta de la JOC va dirigida a los jóvenes de esa clase obrera y que tanto padecen de una forma consciente e inconsciente las mismas situaciones de injusticia, diferencias de acceso a unos estudios, un trabajo, una vivienda…

 

Ser una organización juvenil de la clase obrera significa participar en toda corriente de liberación humana, concretizada – aunque no exclusivamente – en el Movimiento Obrero.

 

Significa valorar también positivamente, desde la repercusión que están teniendo en nuestra experiencia, los diferentes cauces organizativos que la clase obrera se ha ido dando a lo largo de la historia.

 

La JOC no dependemos de ninguna organización concreta, pero sí planteamos a los jóvenes de la clase obrera la necesidad de tomar conciencia de la realidad obrera y proponemos el unir nuestros compromisos individuales y colectivos, a través de diferentes cauces, organizaciones, acciones….

 

En este sentido la tarea que la JOC ha desarrollado históricamente al interior del Movimiento Obrero ha sido y sigue siendo una tarea específica:

 

·           Ayudar a que los jóvenes tomen conciencia de su situación obrera, de ser clase obrera.

·           Organizar, estructurar en comunidades, en grupos juveniles, la experiencia de vida, que los jóvenes de la clase obrera van teniendo.

·           Hacer efectiva esta conciencia y organización a través del protagonismo en la acción, participando en las luchas del Movimiento Obrero.

·           Cuidar la maduración de las personas.

·           Ayudar a descubrir el sentido trascendente de la lucha.

·           Ayudar a crear una nueva conciencia y un inconsciente personal y colectivo, en el compromiso transformados de la realidad.

 

La JOC, asumiendo los valores y las luchas permanentes del Movimiento Obrero, mantenemos la utopía cristiana como horizonte definitivo.

 

En concreto, la JOC optamos por el joven marginado y explotado de la clase obrera; desde ahí y desde su perspectiva cristiana la JOC tiene más en cuenta a los jóvenes:

 

·           Más desfavorecidos en la economía: parados, los que se ocupan de los trabajos marginales o eventuales…

·           Más desfavorecidos en la cultura: fracaso escolar…; a los cuales debemos ayudar a interpretar la vida, darles elementos para que descubran cómo las razones de su fracaso no están sólo en ellos.

·           Más desfavorecidos en la vida socio-política, estando más cerca de aquellos jóvenes que están en las últimas escalas de las relaciones laborales, en el barrio, incluso en la familia…

·           Más desfavorecidos en la fe: los «pescadores», los apartados o alejados de la fe o de la iglesia, los que aparentemente carecen de experiencias humanas profundas.

 

La JOC, debe atender también a los jóvenes de la clase obrera que estudian, puesto que pertenecen a la clase obrera, aunque cada vez se quiera ocultar, desmentir o camuflar. Cada vez es más difícil despertar la pertenencia a la clase de los jóvenes estudiantes.

 

Optar por los más desposeídos significa buscar una persona íntegra y en proceso de perfección. Tomar partido por los oprimidos es optar por la integridad de la humanidad.

 

 

La JOC somos un movimiento Cristiano, eclesial y evangelizador

 

La JOC somos un movimiento que busca ahondar en las raíces, el lo profundo de la vida y experiencias de los jóvenes de la clase obrera.

 

En este proceso de cuestionar o interrogar en profundidad, la JOC encontramos experiencias humanas que llevan a plantearnos la dimensión religiosa, como algo constante y constitutivo de la experiencia humana.

 

La JOC encontramos en el modelo de vida de Jesús, la clave de sentido para las experiencias que ella vive.

 

Por eso optamos por ser un movimiento cristiano, con las siguientes implicaciones:

a)     Hacemos presentes o descubrimos en medio de la clase obrera los signos del Reino, el espíritu de Jesús.

 

El militante de la JOC descubre desde el Evangelio y en la vida de la clase obrera hoy, la presencia del Reino; la descubre y la revela a los hombres que viven en medio de este Reino sin darse cuenta.

 

La JOC se reconoce como movimiento cristiano, al ofrecer a Jesucristo como razón y sentido de su origen histórico y de su tarea transformadora en medio de la clase obrera.

 

El mismo sentido que Jesús dio a su vida y a su muerte, es el que la JOC quiere que descubren y vivan los jóvenes en medio de su vida y compromiso en el mundo obrero.

 

El Movimiento debe anunciar claramente a Jesucristo, y posibilitar que todos los militantes puedan conocerle, encontrarse con El, celebrar y compartir la fe.

 

La JOC damos una gran importancia al proceso de maduración de la fe: atendemos y respetamos la situación o experiencia de cada joven, valorando cualquier avance en el camino de la fe, de un clima de libertad auténtica.

 

b)     La JOC somos un movimiento eclesial.

 

La JOC ha nacido en la Iglesia; ha «aprendido» quién es Jesús y quién es su Dios, a través de la experiencia que le ofrece la Iglesia. Es dentro de ella donde la JOC nos situamos como pequeña comunidad, al interior de la gran comunidad eclesial.

 

En el proceso de acción-reflexión se van creando pequeñas comunidades donde los jóvenes toman sus propias opciones en los diversos aspectos de la vida; es en estas pequeñas comunidades, equipos, o en la Asamblea del Movimiento, donde los jóvenes dialogan, se interrogan sobre la relación vida-fe-compromiso.

 

Desde ahí, la JOC ayuda a estos jóvenes a sentirse parte integrante del Pueblo de Dios, fundamentalmente arraigado en la historia de la humanidad, y a celebrar comunitariamente la presencia de Dios en la acción obrera, en la vida y el corazón de cada joven trabajador.

 

Cuando los jóvenes de la clase obrera hacen presente el acontecimiento salvador de Jesucristo dentro de la clase obrera, están aportando a ésta, una gran riqueza, y a la vez contribución original en la construcción de la Iglesia.

 

La JOC se siente parte de la Iglesia popular; y se plantea el diálogo y comunión con otros grupos de Iglesia, consciente y responsable de la ayuda que puede prestar a alguna comunidad, pero también consciente de que necesita de los otros.

 

Somos conscientes de que la organización de la Iglesia, tiene una imagen poco creíble, y en ocasiones negativa, para la clase obrera, basada en situaciones históricas. Nuestro compromiso militante crea un proceso de cambio para que así podamos colaborar a la creación de la Iglesia dentro de la clase obrera.

 

Con todo, para la JOC la Iglesia es un marco lo suficientemente amplio para sentirnos plena y libremente dentro de ella.

 

c)      La JOC somos un movimiento evangelizador.

 

La persona de Jesús y el sentido de la vida que El propone es algo que merece la pena ser presentado a los jóvenes de la clase obrera para que puedan acogerlo.

 

Por eso los esfuerzos de la JOC se gastan prioritariamente en crear comunidades o espacios donde se comparta la vida en profundidad, donde se descubran los interrogantes más hondos, las aspiraciones fundamentales, y donde se encuentre respuesta a la vida.

 

El contacto sincero y desinteresado con el otro evangeliza, es decir, descubre nuevas dimensiones del mensaje de Jesús, tanto a quién lo presenta como a quién lo acoge. La JOC al mismo tiempo que evangelizamos a los jóvenes de la clase obrera, somos evangelizados por ellos.

 

En su tarea evangelizadora, la JOC tiene preferencia por los jóvenes trabajadores o por los más marginados hoy en nuestra sociedad: los parados, los que trabajan en peores condiciones, los que fracasan en los estudios, los jóvenes cogidos por el consumo, etc… Intentamos así vivir la opción por los pobres, propia de Jesús de Nazaret y de sus seguidores.

 

 

¿Qué es la Revisión de vida?

 

Es la metodología que la JOC utiliza para hacer de los jóvenes de la clase obrera, militantes obreros cristiano, comprometidos en la transformación de la realidad; y con este espíritu, desarrollar a través de la acción la tarea educativa y evangelizadora.

 

Es una metodología que hace que los jóvenes de la clase obrera:

 

·           descubran la vida concreta obrera y las dinámicas sociales que en ella se dan.

·           se sitúen en la vida con todos los condicionamientos personales y estructurales, valores y contravalores que en ella existen.

·           opten por su clase, es decir, vayan teniendo conciencia de clase y adquiriendo los análisis, la ideología, las motivaciones, los proyectos, las organizaciones y utopías de la clase obrera.

·           entren, desde esta realidad obrera y desde la acción , en contacto con Jesús de Nazaret, con su vida, su proyecto, su palabra, su esperanza… haciéndoles pasar de una fe heredada, o de la falta de fe, a una fe consciente y comprometida con la realidad.

·           cambien de actitudes ante la vida descubierta y la acción que estén realizando. Cambio de actitudes que vendrá exigido por la misma realidad obrera y por el proyecto de Jesús.

·           se comprometan en una acción transformadora de personas, ambientes y estructuras. Y en todo este proceso de acción se va creando una nueva cultura y se va haciendo posible desde ahí, el proyecto de Dios en el mundo obrero.

·           Es una metodología que se practica en equipo.

·           donde los jóvenes de la clase obrera experimentan la dimensión de la comunidad, la aceptación mutua, la relación e interpelación de los otros y de Dios Padre a través de Jesucristo.

·           donde los jóvenes de la clase obrera planifican su compromiso en la vida, lo evalúan, juzgan la transformación de la realidad y van adquiriendo conciencia de pertenencia a una clase, al mundo de los marginados.

·           donde los jóvenes de la clase obrera vivencian la organización como comunidad humana; una comunidad donde lo fundamental es el desarrollo de la persona como individuo y su interrelación con lo colectivo; donde aportan y recibe elementos que le posibilitan la construcción integral de su vida.

 

Un estilo de vivir y actuar.

 

La Revisión de Vida va creando un estilo de vivir, una manera de ser, de ver, de juzgar y de comprometerse en permanente referencia a Jesús, a su persona y mensaje y a las aspiraciones profundas de la clase obrera.

 

La metodología de la acción reflexionada posibilita a los jóvenes una manera de vivir y de transformar la vida, que les configura como personas, como colectivo y como organización; haciéndoles abiertos, críticos, comprometidos con la realidad, comunitarios y seguidores de manera sencilla del evangelio, desde lo concreto y real de la vida cotidiana. Es un estilo de vivir, donde los más importante está en que se empieza a hacer aquello que se aspira a ser.

 

La Revisión de Vida es un estilo de acción en la lucha, donde se tiene en cuenta la capacidad de los protagonistas de la misma; donde se valoran los pequeños pasos de los compañeros, donde se ofrece la oportunidad de que los jóvenes se interroguen sobre sus motivaciones, el sentido de sus vidas, y vayan perfilando la persona y el mundo nuevo que quieran construir.

 

«Es el método «por ellos, entre ellos y para ellos» que tiene por objeto hacer descubrir a los jóvenes trabajadores la significación y el objeto de sus existencia, su razón de vivir y de trabajar, su propia personalidad, y la misión que tiene en la sociedad desde la perspectiva de la fe».

J. Cardijn

 

Como metodología, la Revisión de Vida, es la forma de analizar la realidad, enjuiciarla, y darle vivencia práctica al PROYECTO y la UTOPIA. Esta metodología tiene tres momentos.

·           EL VER: que supone analizar la vida, observar los acontecimientos, profundizar para conocer las personas y la trama social en todas las dimensiones tanto estructurales como personales, conscientes e inconscientes.

·           EL JUZGAR: que supone reflexionar para contrastar la realidad con los valores que la humanidad va adquiriendo para su liberación, desde sus protagonistas fundamentales (la clase obrera y los marginados) y desde el mensaje de Jesús. Reflexionar para descubrir la presencia y la liberación de Dios en los acontecimientos. Es el momento de la escucha de los otros y del Otro, del compartir lo que se es, de la toma de posturas, del cambio en profundidad.

·           EL ACTUAR: que supone una acción que transforme la realidad personal y colectiva, las actitudes y las estructuras analizadas en el Ver, y esta transformación en orden a los valores que se han asumido y la conversión profunda experimentada en el Juicio. Desde esta acción transformadora se va transformado el mismo sujeto que la realiza.

 

 

La Campaña

 

Es un proceso continuado y dinámico de acción – reflexión, ante un problema o situación de los jóvenes de la clase obrera.

 

Con la finalidad de que la masa de los jóvenes de la clase obrera, y nosotros ahí incluidos, tomemos conciencia de una situación colectiva que se vive, y desde el proyecto de hombre y sociedad de la JOC, se actué de cara a la transformación personal ambiental y estructural de dicha situación.

 

En definitiva una gran R.V.O. hecha por todo el movimiento en sus diferentes niveles.

 

La campaña es un medio que la JOC utilizamos para orientar, centrar la situación que los jóvenes vivimos con precariedad.

 

Estas son las campañas que hemos llevado a cabo durante estos últimos año:

 

1989/1990:    Rompe pronto tu silencio

1990/1991:    Pon en marcha tus derechos

1991/1993:    Estas en tu derecho, formación para el trabajo.

1993/1994:    … ¿Y tu que haces? Transformación

1994/1995:    Trabajo digno por derecho

1996/1997:    Hay algo que hacer, ante la precariedad laboral.

1997/1998:    Que no te marquen el Tiempo Libre.

1998/1999:    Consumo Consciente.

1999-2001:   Ante un trabajo que nos rompe, creemos respuestas colectivas.

2001-2002:   Tiempos modernos. Juntos encontramos salidas

2002-2004:   Aquí y ahora participa y construye.

2004-2005:   ¿Tu vida es móvil? Movilízate.

2005-2007:   Derecho a techo

2007-2009:   Precariedad Laboral: ¿Te parece normal? Rebélate.

 

 Publicado por a las 12:26